Macas, es regazo de la ciudad española, fundada el 15 de agosto de 1563.
Macas con su gente amable y cordial sigue indeclinable por su grandeza y fortalecimiento de sus valores humanos y recursos naturales.
“Macas, ecos de poesía y misterio, síntesis de historia y leyenda, bautizada con mil títulos por su encanto y belleza, es la fusión del sufrimiento de colonos y nativos que a lo largo de los años han creado una ciudad con características únicas en el país”.
Historia
La provincia de Morona Santiago se encuentra ubicada en la región amazónica del Ecuador y sus limites son: al norte: Pastaza; al sur: Zamora Chinchipe; al este: la república del Perú y al oeste: Tungurahua, Chimborazo, Cañar y Azuay.
Se encuentra localizada entre los meridianos 76°37’ y 78°58’ aproximadamente de longitud occidental y entre los paralelos 1°25’ y 3° 54’ al sur de la línea equinoccial.
RESEÑA HISTÓRICA


Macas, es regazo de la ciudad española llamada Sevilla de Oro, fundada por José Villanueva Maldonado en 1575 y considerada como jurisdicción de la Gobernación Yaguarzongo.
El gobernador de Quijos Melchor Vásquez de Ávila, incorpora estas tierras a la Gobernación de Quijos. " Sevilla de Oro", estaba situada a la margen izquierda del río Upano, un poco más el sur de la actual parroquia Sevilla Don Bosco. Se cree que fue una ciudad poblada e importante hasta que sucedió su total destrucción, efectuada por los Shuaras en 1599, debido al maltrato dado por los españoles. Unos cuantos sobrevivientes que alcanzaron a huir cruzaron el rió Upano hacia las tierras de los Macas, estableciendose en el sitio denominado CIUDAD, pero por temor de cualquier ataque sorpresivo de los Shuaras, después de un tiempo pasan a establecerse definitivamente en el lugar donde hoy se levanta la bella y hoy florececiente ciudad de Macas, capital de Morona Santiago.
En 1901 el Municipio del Cantón Sangay se preocupa de mejorar la pica por la vía Macas - Zuñac Riobamba, por donde en 1906 entran grupos de comerciantes cascarilleros colombianos. Más tarde el 3 de marzo de 1911, por disposición del Gobierno Interino de Carlos Freire Zaldumbide, parte de Riobamba a macas la misión Tufino - Alvarez con el deseo de conocer una línea más recomendable para llevar una vía de Riobamba a Morona; esta misión llega a Macas, único poblado que le brindó hospitalidad. Datos de archivos personales existían ya en 1910 en el cantón Santiago; Jefe Político fue Nicolás Canizares, quien establece su sede en Macas, cantón Sangay. Así pasó hasta que el Gobierno central en 1916, Ordenó a Cañizares fijar su residencia en la jurisdicción cantonal y establecer la cabecera del cantón Sangay, Morona Santiago. Luego cambian de jefe Político en la persona de Carlos Romero. En 1920, se crean las provincias de la región oriental: Napo Pastaza y Santiago Zamora, considerando entonces a Macas como Capital de Santiago Zamora y borrando el nombre del cantón Sangay para convertirse de esta manera cabecera del cantón Morona Santiago, siendo su primer Jefe Político el comandante Manuel Bejarano.
En 1924, entran en Macas los Misioneros Salesianos, toman a cargo la educación y abren una escuelita sostenida por el estado. Transcurren algunos años durante la dictadura del Ing. Federico Páez en 1937 entra a establecerse en Macas una guarnición militar. Luego vino la invasión peruana, los habitantes de macas se aprestaron a defender el sagrado territorio nacional. Macas, una vez integrada al Municipio del que había sido suspendida toma la iniciativa del impulso y progreso; en 1946 a base de mingas se construye un campo de aviación muy importante; fue la ayuda proporcionada por el coronel de aviación Edmundo Carvajal Flores; en esta forma continuó Macas abriéndose rumbo hacia el progreso.
Costumbres
Ningún pueblo ha logrado escapar jamás del mestizaje cultural. Macas, por su parte, ha reforzado sus propios valores mediante la reinterpretación de aquellos que le prestaron los pueblos selvicolas.
La inmigración ha traído como consecuencia el cambio en el modo de vida , razón por la cual las costumbres tradicionales tienden a desaparecer
VIVIENDA:

Generalmente la vivienda era de cuatro aguas y a veces la influencia jíbara impulsó a los macabeos a levantar shuaronunos comunitarios en grandes proporciones y con las esquinas anteriores y posteriores redondeadas. Llamaban quincha a las paredes (quichua: atajo, corral) y las fabricaban con caña partida y postes de pambil, chontaduro o helecho arborescente; el techo iba cubierto con paja de toquilla artísticamente trenzada. Pocas veces el piso llevaba entablado pues se lo prefería de tierra apisonada. En el ambiente de la cocina precisamente, como cuy Macabeo; en el patio y en los alrededores de la casa abundaban las gallinas, los chanchos, los pavos, las cabras y las llamas, las dos últimas hoy completamente desaparecidas.
El dormitorio estaba provisto de un cahuito(quichua: cama) similar a la peáka jíbara que no era otra cosa que una tarima hecha con caña picada. No había más muebles que la Kutanga, asiento de tronco de árboles, igual a la cutanca quichua que se usaba para sentarse y también para moler. En el menaje doméstico tenía el Macabeo la pininga o azafate de barro, chanquinas o ashangas de mimbre( la una de origen jíbaro y la otra de procedencia serrana), las chinganas de barro para cocinar y las huambachis de chambira, pita o cabuya, semejantes a las ilicas de los canelos.
LA RANDIMPA:

La palabra randimpa es un termino muy familiar y común entre los macabeos cuya costumbre se remonta a cientos de años atrás. En los momentos actuales, de la randimpa solo han quedado su nombre que se murmura con nostalgia en el recuerdo.
La randimpa tenia como objetivo realizar trabajos particulares de los vecinos de Macas como la construcción de huertas que se conocían con el nombre de chacras, que servían para sembrar sus productos o para sembrar el pasto gramalote o para construir maizales u otros menesteres domésticos.
Para realizar estas actividades, el dueño de la randimpa calculaba el número de jornales que necesitaba para el trabajo; hacia un listado de familiares y amigos e invitaba señalando el día, fecha, lugar y la clase de actividad que debía de cumplir para que los concurrentes llevaran las herramientas apropiadas. La labor se terminaba a veces en un día o varios días, dependiendo de la extensión o dureza de la misma.
Luego de terminada la faena agrícola se debía ir a trabajar donde cada una de las personas que le ayudaron hasta terminar la ronda. Por ejemplo, si al dueño de la randimpa le ayudaron en el trabajo unas diez personas, el debía trabajar donde cada una de las diez personas en el día y lugar que ellos señalaban y a esto le llamaron “descontar la randimpa”.
Se llamaba ganar la randimpa cuando se hacía lo contrario, es decir, una persona iba ayudando a los demás hasta quince o mas días, y cuando este necesitaba invitaba a quienes le debían la randimpa y se convertía en el dueño del trabajo o el patrón. La minga en cambio era un trabajo comunitario y gratuito que se hacia en beneficio común y de progreso, como la limpieza de una plaza, cancha deportiva, construcción de una iglesia, escuela, etc. Me he permitido hablar de la minga para que conozca el lector cuál es la diferencia entre la minga y una randimpa maquense.
El día de la randimpa, el dueño o patrón nombraban a unas señoritas madrinas de los randimperos, a quienes se les conocía como “upichidoras”, las mismas que con la sonrisa en los labios, coqueteando, brindando la chicha sabrosa que calmaba la sed ardiente. Cuando llegaba la hora del almuerzo las lindas upichidoras tenían en el suelo hojas de plátano o bijao y sobre ellas ponían abundante yuca, carne de res, ají, y la guayusa para brindar a los randimperos.
Durante el día había mucha algarabía, risas y canciones, chismes y cuentos, pero también se lanzaban los piropos y se cantaban coplas a las upichidoras que ilusionadas soñaban en su matrimonio con un valiente e indomable Macabeo.

EL TRAJE TÍPICO :
Los hombres usaban: pantalones tipo pijama (pillama) con bastas anchas más abajo de media canilla, confeccionados en tela de color crudo conocida como "chillo". Esta prenda se sujetaba al cinto con una faja.
Fueron pasando los años y el traje de los hombres adoptó las características siguientes: la camisa llamada "cotona", de mangas largas, sin cuello, en color blanco. Los pantalones negros, azul oscuros o cafés de corte normal, confeccionados en telas nacionales como la gabardina que la adquirían en la fábrica El Prado de la ciudad de Riobamba. Tenían como complementos: una correa o faja en la cintura; su singular sombrero negro de paño; y, no podía faltar, el machete y el cabestro para los quehaceres agrícolas. En los compromisos religiosos y sociales de aquella época, complementaban el atuendo con una leva de algodón de corte sastre.
Las mujeres maquenses usaban un traje compuesto de una blusa color blanco con mangas de vuelo al puño, escote con solapa redonda, abertura delantera con botones y frunces al talle sujetos con pespuntes a falta del elástico. La pollera o centro de color azul, negro o verde botella, confeccionada en gabardina nacional, tenía un detalle especial en la parte baja de la falda que consistía en unos plieguecillos recogidos con pespuntes y, para sujetar la falda de plisados pequeños, una tira larga, dejando material suficiente en los dos lados para sujetarla a un costado. Parte integrante de la pollera fue una enagua blanca, no muy amplia, confeccionada en lienzo. Para el trabajo se ponían un faja con la finalidad de hacer la pollera más alta para dar facilidad de movimientos (se llamaba "jananchir"). Y no podía faltar el típico pañuelo blanco que, a veces, llevaba reatas en su contorno. Complementaba el traje un pañolón de chillo.
Algunas mujeres usaban al cuello pañuelos de buena calidad cubiertos con algún reboso, que no era otra cosa que una especie de chalina de lana. Para ocasiones especiales como asistir a la misa, particularmente las mujeres elegantes, usaban los pañolones "Magdalena", elaborados en telas especiales, bordados al canto y con flequillos de seda.
A medida que pasa el tiempo todo evoluciona y así el vestido maquense en los años sesenta va de acuerdo con el tiempo: se usan trajes de frunces, piezas, plisados y el velo como complemento para el asunto religioso. Los hombres también se adaptaron al cambio.
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